En Tamaulipas de acuerdo a Sergia Juárez Delgado del departamento de Salud Sexual y Reproductiva de la Secretaría de Salud, 23 de cada cien mujeres en la entidad han sufrido violencia, es decir, el 23 por ciento de las niñas y mujeres han sido violentadas de diversas maneras y desafortunadamente es tan natural que nace en el seno del hogar.

“El 23 por ciento de las tamaulipecas han sufrido algún tipo de violencia según la encuesta del Instituto Nacional de Salud Pública en mujeres de 15 años y más… a veces la violencia física y los golpes se te quitan, o se curan las heridas, pero la violencia psicológica, monetaria, patrimonial y demás dejan huellas, pero además hay una situación cultural de repetición naturalizada que llevamos implícita las mujeres”, señaló.

PERO, ¿QUÉ ES LA VIOLENCIA?

Es cualquier acción u omisión no accidental que provoque daño físico o psicológico a algún integrante de la familia, la intensidad va desde la contusión leve hasta una lesión mortal.

Si se ha sufrido gritos, humillaciones, insultos, burla por el aspecto físico, amenaza de golpes, encierros en la propia casa, dificultad para visitar a familiares o amigos; amenazas que controlan tus actos, golpes con diversos objetos, empujones, bofetadas, patadas, mordidas o golpes con los puños, amenazas o heridas con armas de fuego u objetos punzo-cortantes, es violencia.

Es por ello que el Estado Mexicano en todos sus niveles tiene la obligación y el compromiso de erradicar la violencia contra las mujeres y las niñas, que hoy con el trabajo de todas, pero sobre todo el de las madres y padres de familia, es factible, para que la violencia no llegue a sus códigos postales.

En ese sentido, como decía Charlotte Bunch, “sólo cuando las mujeres y las niñas lleguen a ocupar su lugar en la sociedad como miembros fuertes e iguales, la violencia contra la mujer no será más una norma invisible, sino una aberración espantosa”.

Sin embargo, “perpetuando órdenes establecidos, distingos de género, tradiciones de abuso, soportando falta de afecto, sosteniéndose con migajas de amor, se violenta a las mujeres, porque las historias de mujeres son la misma repetición”, como refiere el texto de la obra de Teatro Lilith vs Eva.

Sin embargo, en este día, aún hay esperanza, hay una luz. Servidores públicos, medios de comunicación con perspectiva de género, la academia, obras de teatro como la de Lilith vs. Eva, escrita por Lorena Illoldi, así como organizaciones feministas, organizaciones de la sociedad civil siguen trabajando para erradicarla. Pero sólo basta que una misma la reconozca y pida ayuda.

Porque el lema de la ONU en este año es “Sin paz en los hogares, no habrá paz en las comunidades”, es necesario la denuncia… acuda a su centro de salud, al DIF, al la línea de auxilio 075 o al Instituto de la Mujer o a quien más confianza le tengas… porque con ello puedes salvar tu vida.