Tamaulipas necesita de un diagnostico social, respecto a qué necesita la gente, cómo está en servicios básicos, en salud, en vivienda, en su nivel de felicidad y también en lo espiritual. Con tener una encuesta de este nivel, le sería más claro encaminar sus programas sociales, a las y los próximos funcionarios y legisladores.

La Organización Mundial de la Salud, incluye la espiritualidad como parte de una salud integral de la sociedad; es por ello que también el diagnóstico tiene que tener estos aspectos importantes.

Los gobiernos y sus funcionarios trazan programas de acuerdo a diagnósticos de una pobreza, en la que también tienen sus propios criterios: que si es pobreza alimentaria, pobreza de servicios, de salud, etc., pero distan mucho de la realidad.

Y los resultados ahí están a la vista: el desempleo es visible, la pobreza palpable en todas las oficinas gubernamentales de apoyo a la sociedad, donde la filas son largas, ante tanta necesidad de la gente.
El consuelo tiene que ver con resolver los problemas que enfrenta una persona, en este caso una sociedad y esta sociedad también tiene una parte importante por cumplir.
La responsabilidad es de gobierno y sociedad, pero cuando una parte falla, todas y todos salen perdiendo.
La cultura del esfuerzo se extingue, despareciendo en la sociedad y en las mismas instituciones; se tiene que retomar en casa y en escuelas, para que los esfuerzos del gobierno tengan resultados.
Enseñar a pescar, para que siempre tengan pescado es la solución.
Y usted me dirá ¡Válgame!