El incumplimiento en el pago de pensión alimenticia ocupa el sexto lugar entre los delitos de mayor incidencia en Tamaulipas y tiende a incrementarse, reconoció la Procuraduría de Justicia del Estado.

“De enero a mayo del presente año se presentaron 2 mil 348 demandas contra padres desobligados, mientras que en el mismo lapso del 2009 se atendieron 2 mil 070 denuncias de este tipo”, señala la dependencia a cargo de Jaime Rodríguez Inurrigarro.

La Procuraduría  informó que en estos primeros 5 meses del 2010, ha habido un incremento en el número de denuncias contra padres que se niegan a cumplir el pago para la manutención de las hijas e hijos.

Tan sólo en este último mes de mayo, se presentaron 797 denuncias contra padres irresponsables, principalmente de los municipios de Victoria, Matamoros y Reynosa.

Es Victoria, el municipio que registra un mayor numero de demandas de pensión alimenticia. De enero a mayo del presente año se han atendido en la capital del estado 606 demandas contra padres que se niegan  a cumplir con esta obligación.

Le siguen Matamoros con 465 y Reynosa con 313 demandas contra padres de familia desobligados.

En Tamaulipas, más de 206 mil hogares tienen jefatura femenina y muchas de ellas enfrentan la indiferencia y abandono de los padres que abandonan y se niegan a mantener a los hijos e hijas.

Según el Consejo Estatal de Población, el 23% de los 894 mil hogares que existen en Tamaulipas son monoparentales, y tienen a una mujer como jefa de familia.

Las dificultades económicas que enfrentan para sacar adelante a sus hijos y algunos avances en materia legislativa para combatir la paternidad irresponsable,  son factores que están contribuyendo para que las mujeres demanden a los padres desobligados ante las agencias del ministerio público.

Sin embargo, todavía hay casos como el de María Martínez, en los que la ley, poco puede ayudar. Ella tiene 2 hijos y una hija, procreados con Juan García, un carpintero, que la abandonó hace más de 2 años. “El se fue de la ciudad con otra mujer y jamás volví a saber de él”.

Ella con el apoyo de dos de sus hermanas, consiguió trabajo y tiene a sus 3 infantes estudiando la primaria, “pero mi vida ha sido muy difícil, todo esta bien caro y batallo mucho para sacar adelante a mis hijos”, dice con lágrimas.

“Todavía me pregunto, como pudo Juan olvidarse de nosotros. Como puede vivir con la conciencia tranquila sin saber si sus hijos tienen para comer, para ir a la escuela o si no están enfermos”.