Las Mujeres Llevamos al Poder a los Hombres: Doña Bertha

Por Salvador Valadez Cardoza. 13/12/2003 11:01:21.

Doña Bertha Del Avellano de Cárdenas, es una mujer ejemplar en el escenario de la política social de Tamaulipas y confiesa por primera vez,  lo que nunca antes se atrevió a decir: "En dos ocasiones me pidieron que fuera candidata, primero a diputada federal y luego a senadora; me hubiera encantado aceptar, pero preferí atender a mi familia".


Ella es una mujer luchona, franca y solidaria, una trabajadora social incansable, reconocida por muchos, por su gran espíritu de servicio a favor de los más desposeídos.Ha sido primera dama en dos ocasiones: Cuando su esposo Don Enrique Cárdenas González - fue alcalde de Victoria y después gobernador de Tamaulipas;  pero no le gusta ese título. ‚


"Fui compañera de mi marido en política, nunca primera dama, porque no hay mujeres de segunda ni de tercera", aclara.


PRIMERO, LA FAMILIA


-¿No le quedó a usted alguna aspiración política?


"Sí. Después de que terminó el gobierno de mi marido, me fueron a ver algunos grupos para que yo aceptara ser candidata a diputada federal, y - es la primera vez que lo expreso públicamente-, a mí me hubiera encantado; pero Enrique dejó muy bonito recuerdo como Gobernador, por eso decidí dejar que mi marido fuera el político y yo la esposa del político. Por el año 1983, también me ofrecieron que fuera candidata  a senadora, pero mi respuesta fue que  ya estaba dedicada a mi familia, a mi casa, a mi marido y a mis hijos; sentía que ya los había dejado mucho tiempo.  Por esa razón, quería estar mas cerca de ellos, y ya después hasta tuve nietos..."


-Le costó trabajo tomar la decisión?


"No, sobre todo, porque sabía que si aceptaba, tenía que estar yendo a la ciudad de México, dejar mi casa y a mi familia otra vez........Para todo en esta vida hay un tiempo y ya no era mi tiempo".


-A la vuelta de estos 20 años.....¿No siente que sacrificó sus aspiraciones?


"No. Al principio sí me entusiasmó la idea, sobre todo me dio mucha satisfacción el hecho de que me hicieran ese ofrecimiento (la candidatura), pero yo estaba tan contenta luego de 6 años del gobierno de mi esposo...En todo ese tiempo, no hubo un día que no trabajara, no recuerdo haberme enfermado nunca, gracias a Dios me dio salud. Sentía que estaba haciendo una gran obra, tenía un enorme compromiso conmigo misma y con mi gente...Además, cuando realmente deseas servir a los demás, no necesitas títulos ni cargos públicos, para poder hacerlo".


 -Usted fue primera dama en dos ocasiones,  mientras su esposo fungía como alcalde y luego como gobernador...


"Mas bien compañera de mi marido en política, eso de primera dama nunca me ha agradado que me traten así...Después de que Enrique dejó la presidencia municipal, nos fuimos a la capital del país, allá,  en la ciudad de México puse casa 7 veces y la quité, por mudanza, nos veníamos a Tamaulipas y volvíamos a regresar....Siempre a lado de mi marido.


-En tiempos del gobierno de Don Enrique, ¿La llamaban primera dama?


"Trataba de que no lo hicieran, porque yo soy una trabajadora social, no primera dama, porque no hay mujeres de segunda, ni de tercera. Simplemente una trabajadora social.


-Las formas de hacer política social han cambiado...¿No?


Han cambiado en los últimos gobiernos  y han mejorado con el paso de los años. Antes eran "muy socialitos" pero a partir del Presidente López Mateos, su esposa inició el programa de desayunos escolares, luego la mujer del Presidente Luis Echeverría, empezó a apoyar la creación de los jardines de niños en los ejidos, también impulsó la capacitación y el equipamiento de las parteras empíricas, eso permitió disminuir el índice de mortalidad materna, que en aquella época era muy alto..


SOY UNA MUJER PRIVILEGIADA


Doña Bertha, nació en 1930 en Chihuahua. Radica en Tamaulipas desde que tenía 17 años, a los 20 contrajo matrimonio con Enrique Cárdenas González; asegura que es una mujer privilegiada, como trabajadora social y como madre de familia; ha tenido en la vida muchísimas satisfacciones. Como madre,  está muy orgullosa de sus 6 hijos: 4 hombres y 2 mujeres; también de sus 15 nietos y 2 bisnietos;  aunque aún refleja  tristeza por la pérdida de su hija, la mayor, en un accidente


"Esa pena nunca se cierra, permanece quieta, tranquila, pero nunca se cierran esas heridas, me hace mucha falta mi hija...".


Con la experiencia que le da el hecho de ser esposa de quien encabeza un fuerte grupo político de Tamaulipas, Doña Bertha afirma que la política ha cambiado mucho, ahora hay más apertura pero también excesos, asegura:


"Hay más participación, todo es  más abierto porque antes las cosas estaban muy vedadas; pero también vemos que se ha caído en excesos. Se le falta el respeto al Presidente de la República y aunque yo no soy de su partido, no deja de ser el presidente. A la señora Fox, se le llama Marta Sahagún "a secas"...Ella misma le  falta el respeto al Presidente al querer figurar por encima de él, da la impresión de que ella  tiene un pie adelante de su marido, se le olvida que el presidente es él".


LAS MUJERES, LLEVAN AL PODER A LOS CANDIDATOS


Doña Bertha todavía recuerda que su primer sufragio lo emitió hasta cuando tenía 23 años. "Antes, eso era un derecho exclusivo de los hombres, nos relegaban, ni siquiera opinábamos; ahora son precisamente las mujeres, con su voto, quienes llevan al poder a los candidatos..."


-En este 2003 se están celebrando los 50 años de que las mujeres pueden votar y ser votadas......¿Qué cambios ha observado en este tiempo? 


"Sí se ha avanzado, ya se reconoce más la capacidad de la mujer, pero todavía existe la cultura machista que obstaculiza el avance de las mujeres en la política....En ese sentido, creo que aún falta mucho camino por recorrer. También es necesario que reconozcan a la mujer del campo; por ejemplo, en el medio rural la tienen muy relegada, la mujer campesina sufre muchísimo, su situación es muy difícil, sin embargo, siempre  son ellas las que piden escuelas para sus hijos, las que buscan semilla, luchan mucho, y sus hijos son lo primero..."


 -¿Cuándo observó un cambio en la participación política de la mujer?


A partir de 1953, cuando obtuvimos el derecho de votar. Antes de que esto ocurriera no había participación; ya han pasado 50 años y en nuestro estado todavía no se adaptan  a que las mujeres asuman los puestos públicos, todavía hay cierto machismo, muy apenas hemos tenido alcaldesas, diputadas y senadoras.


-¿La mujer está preparada para asumir esos cargos?


"Hay muchísima capacidad en las mujeres, pero hay ciertas cosas donde el hombre dice soy yo y yo soy y eso ya no debe existir, porque son precisamente las mujeres, las que con su voto llevan al poder a los candidatos, porque son bien luchadoras, andan con sus niños entre el lodo promoviendo a sus candidatos, haga frío o calor. Yo siento que hay que reconocerle mucho a las mujeres, sobre todo a las que andan moviendo a los grupos. Recuerdo a Esperancita Quijano, una mujer incansable y muy luchadora,  yo tuve el privilegio de tratarla, de trabajar con ella y mis respetos, ya todavía muy malita y en sillas de ruedas, apoyó en su campaña al ahora diputado local Alvaro Villanueva y ese es un gran mérito, porque no cualquiera lo hace".


-Hay quienes dicen que las mujeres optan más por la familia que por la política..¿Usted que opina?


"No todas, hay quienes sí se deciden por la política, pero hay muchas que optan por la familia; sobre todo porque nosotras nunca dejamos de ser madres, hasta que nos morimos. Es muy raro que una mujer abandone a uno de sus hijos, en cambio el hombre sí los abandona fácilmente y hasta hacen otra familia".


Con una vida de servicio y entrega por la niñez y la familia, Doña Bertha no pierde la oportunidad de pronunciarse a favor de  que sigan creándose  leyes que protejan la familia y la paternidad responsable.‚Tenemos que defender la familia porque es el núcleo importante de nuestra sociedad. Mientras las familias estén unidas, vamos a tener mucha consistencia en nuestra estructura....Ojalá que nunca nos pase lo que a Estados Unidos, esa es una desgracia; se está viendo cómo se desintegran las familias...No se ven, los hijos se van de la casa a los 15 años", concluye.