¿Dónde quedó el género en el debate?
México, DF, 11 jun 12 (CIMAC).- La propuesta de incluir el tema de género en el segundo debate presidencial era para que cada uno de los candidatos y la candidata expusieran abiertamente cómo construir la igualdad de las mexicanas.
Lamentable fue que tras poco más de dos horas de debate, lo único que nos ofrecieran a las mujeres estuviera enclaustrado en la maternidad y las responsabilidades familiares.
Programas aislados desde la asistencia fue lo que ayer dibujaron tanto Josefina Vázquez Mota (JVM), como Enrique Peña Nieto (EPN) y Andrés Manuel López Obrador (AMLO), pues para Gabriel Quadri las mujeres le fueron inclusive, y no incluyó nada en sus propuestas, será por eso que no agrega su apellido materno de manera permanente.
Para los tres aspirantes a la silla presidencial, EPN, JVM y AMLO, las ciudadanas no existen sino a través de la familia y la maternidad, y desde allí diseñaron las propuestas que lanzaron al 52 por ciento de electorado mexicano, las mujeres, que el próximo 1 de julio decidirá a quién apoya para dirigir este país.
Es lamentable ver que cuando uno creía que existían tantas evidencias para comprender la situación de violación a los derechos de las mujeres, ninguno mirara más allá del papel tradicional femenino, de lo fácil.
Nada sobre una vida libre de violencia hacia las mujeres, ni el feminicidio, nada de los derechos políticos de las ciudadanas, nada de la salud integral de las mujeres, de las jóvenes y su derecho a la educación, del derecho a un trabajo digno con remuneración justa, nada del acceso a la justicia, nada.
Lo que ayer dibujaron como parte de su propuesta para el desarrollo social y el desarrollo sustentable es cómo facilitarle a las mujeres que sigan cumpliendo con la doble jornada: la de ser responsables de la familia y trabajadoras asalariadas, como ejes centrales.
Por ahí se mencionaron la igualdad de salario; revisar la legislación para la igualdad en el trabajo y evitar la solicitud de embarazo para acceder al empleo o para una promoción; la construcción de hospitales materno-infantiles para disminuir la muerte materna; evitar la violencia intrafamiliar; escuelas con horario ampliado y proyectos de vivienda.
Pero cómo piensan incluir a las mujeres en sus programas de gobierno en el desarrollo del país, cómo miran de manera integral la política de género para acabar con la desigualdad y la discriminación que laceran los Derechos Humanos (DH) de las mujeres, nada de una política de Estado que rebase los programitas aquí y allá.
No aprovecharon a sus asesoras en género para dar un discurso más inteligente, más acorde a la legislación que tenemos en el país, a la madurez de las mujeres para la defensa de sus DH, ellos y ella se dirigieron a las mujeres sin el reconocimiento de que son ciudadanas y que son parte de la sociedad.
Aún sin decirlo siguen tratando a las mujeres como si fueran un “grupo vulnerable”, carente de raciocinio y de organización política, un grupo marginal de la sociedad y no parte de la sociedad a la cual se dirigen y convocan.
Es urgente, especialmente para la izquierda, asumir su deber para incluir a las mujeres en la propuesta de nación que se quiere, es una ofensa que al pensar en el gabinete de los 20 cargos sólo una mujer sea nombrada para la cultura.
La transformación de la nación incluye la transformación del pensamiento, no sólo de la ciudadanía sino de quienes dirigen.
Las mujeres dejaron hace años de ser el grupo vulnerable que ustedes siguen manteniendo en su mente, las mujeres son actoras del cambio que le ha construido a este país una legislación para la inclusión. Será bueno revisar lo ya ganado para seguir abrevando para el futuro.
Twitter @lagunes28
*Directora general de CIMAC.