VICTORIA, Tam.- Para el sector rural de Tamaulipas, hay temas mucho más sensibles que enfrentar por encima de la contingencia generada frente al coronavirus: la falta de agua y pastos para el ganado.

Los residentes rurales, se encuentran en la contingencia pero para afrontar la temporada de estiaje el cual vislumbra mucho peor que el año pasado, ante la falta de lluvias.

En un recorrido por el tramo Victoria-Casas y Soto la Marina-Aldama, los pastos y represas en los potreros de los ranchos pudientes y ganaderos en pequeño, se encuentran con el “jesús en la boca”, pues tan solo un semoviente, bebe hasta tres botes con 20 litros de agua, y no son tampoco de un solo kilo de pastos o paca.

En ese sentido, los pequeños productores, que no cuentan con suficiente apoyos para darle pelea a la situación de estiaje, con manos propias, realizan labores de limpieza en caminos que dan a los manantiales o bien, en labora de búsqueda de nuevos fuentes de abastecimiento para bebederos.

Por otra parte, también se suman frente a la alerta los agricultores que se verían severamente impactados en unas 700 mil hectáreas de superficie en producción durante el presente ciclo.

El secretario de Desarrollo Rural, Ariel Longoria García, hizo mención que las más de 700 mil hectáreas en desarrollo se encuentran en el norte que es el otoño invierno, los cuales podrían estar en riesgo.

Expuso que hasta ahora, se busca información de cuanta fue la superficie se quedó sin sembrar pues para un área de 750 mil hectáreas no existe personal necesario para hacer los recorridos de identificación.

“Aún queda la alternativa de que, si se llegan a presentar lluvias, esas tierras pudiesen sembrarse con otros cultivos para aprovechar la humedad, pero podemos observar alguno que otro lote, en las orillas de las carreteras que se quedaron sin sembrar, pero esperemos en las próximas lluvias si llega a llover puedan sembrar algún otro tipo de cultivo y saquen adelante su área”, apuntó.