Victoria, Tam.- A pesar de no haber sido inaugurado aún, el proyecto turístico del “Camino Real a Tula”, ubicado en el Balcón de Montezuma, ha registrado ya una gran afluencia turística en las últimas semanas.

Sobre el tema, el subsecretario de Turismo, José Luis Martínez Portilla, dijo que en coordinación con los habitantes del ejido Altas Cumbres, ya se encuentran analizando la próxima apertura de este parador turístico en su primera etapa, que contempla establecimientos gastronómicos y venta de artesanías.

Explicó que la operación de este parador turístico estará a cargo de la dirección de Parques y Biodiversidad dependiente de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, cuenta además con una zona de mirador, a través del cual se puede observar todo el valle de Jaumave.

“Se está concretando el proceso de revisión de esta obra que será indudablemente una atractivo muy importante en una primera etapa, porque habrá una segunda”, puntualizó.

Por su parte, el comisariado del ejido Alta Cumbre, Arguimiro Rodríguez Mejía, destacó la obra como una gran oportunidad de que los residentes cercanos al sitio, encuentren algún empleo, ya que por mucho tiempo estas comunidades se habían visto golpeados por diversas situaciones adversas.

“Estamos muy contentos, que el gobierno del Estado, este trabajando sobre esta obra, como pueden observar, éste que se ve en la entrada va a ser un restaurante, ahí al lado es un museo, y el que está más al fondo es un mirador o un observatorio”, detalló.

Puntualizó que para empezar, todos los sábados y domingos, llega un grupo de atletas y ciclistas, quienes además de ejercitarse, van almorzar, hasta la cima del balcón.

Cabe destacar que el sitio arqueológico Balcón de Montezuma se localiza en la Sierra Madre Oriental, en las proximidades de Ciudad Victoria. Se llega a este lugar por la carretera federal 101.

A sólo 18 kilómetros de Ciudad Victoria se ubica Alta Cumbre; de ahí se llega al sitio arqueológico por un camino de terracería que comprende un tramo de 4 kilómetros.

Se sabe que en el año de 1988, se realizaron unos trabajos de rescate y restauración bajo la dirección del arqueólogo Jesús Nárez Zamora, ahora fallecido.

Debido a sus dimensiones, se considera que éste jugó un papel muy importante en las relaciones y rutas comerciales que posiblemente llegaron hasta el sureste de Estados Unidos o hacia el sur, con los grupos huastecos. Probablemente tuvieron una estructura jurídica con jefes chamanes o sacerdotes.

En opinión del antropólogo Sergio López, quien ha analizado los restos, existieron al menos dos tipos de población conviviendo en Balcón de Montezuma, una de complexión robusta y alta y otra delgada y de estatura mediana.