El amor, es incondicional, fiel y eterno, eso dicen las sagradas escrituras y muchas parejas son testimonios de esta verdad.

Hablamos de las parejas de antes, actualmente es raro escuchar de personas mayores de 40 años decir que su abuela o abuelo son divorciados, si hay casos, pero no es colectiva la cosa.

Una amiga experta en el tema de equidad de género expuso en una conferencia, en la que decía que los matrimonios o parejas de antes cumplían el mandato de "hasta que la muerte nos separe", por otros factores ajenos al amor y se refería a la sumisión de las mujeres, el de aguantar todo por sus hijos e hijos, a la cultura del machismo, en la que todas las mujeres tenían que soportar golpes y todo tipo de violencia para sostener el matrimonio.

Algo o mucha razón tiene, el matrimonio la convivencia diaria, es un asunto de tolerancia de respeto, pero sobre todo de amor y el amor tiene que ver con buscar el bien para la persona que se ama.

Quienes se amaban buscan que el uno y la otra persona estén bien, el amor no es egoísta, no se alegra con la injusticia, no es celoso ni tiene envidia.

Vemos muchas parejas actuales peleando por un poder en el hogar, cuando en realidad el matrimonio es soportar, el verdadero significado de esta palabra, que no es otra cosa que ser soporte uno de otro, es decir sostenerse uno del otro.

El individualismo y egoísmo no es amor, quien ama de verdad a su pareja quiere el bien, y buscan el bien común en esa empresa que se llama familia, con o sin hijas e hijos.
Vivir con alguien a quien amas y te amé, debe ser la fórmula perfecta, vivir con alguien a quien amas, requiere de sacrificio, vivir con alguien que te ama y tú no amas, debe ser doloroso.

El amor es fiel, personal y para siempre, es la gotita que le da color a todo en este mundo.

Y usted me diría
Válgame!